Aumenta la demanda del enoturismo en España con un visitante movido por la calidad, de procedencia principalmente nacional, de cualquier edad, que desea conocer la gastronomía local, con interés sobre los productos agroalimentarios más característicos del territorio y que busca aportar a su visita un carácter cultural. Además, el gasto medio de los enoturistas españoles es superior al del resto de turistas españoles, de 78 € frente a 32 €, según datos de Familitur y Egatur.
Son algunas de las conclusiones extraídas de un informe publicado recientemente por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y en la que se ha estudiado la demanda del turismo del vino. Desarrollado a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, el documento ha contado con siete territorios vitivinícolas nacionales, todos ellos pertenecientes al Club de Producto Rutas del Vino de España (Rutas del Vino y del Brandy del Marco de Jerez, Enoturisme Penedés, Ruta do Viño Rías Baixas, Ruta del Vino Ribera del Duero, Ruta del Vino Rioja Alavesa, Ruta del Vino Somontano y Ruta del Vino Utiel-Requena).
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El informe, basado en más de 700 encuestas realizadas en bodegas con carácter turístico y museos del vino, define el perfil del enoturista como un turista, en la mayoría de los casos, de procedencia nacional, con un amplio espectro de edad y sin distinción de sexo. El mayor porcentaje de visitantes se sitúa entre los 40 y 60 años, aunque otros rangos de edad (26 a 35 años y 36 a 45 años) están muy a la par, con porcentajes del 25%. Además, los mayores de 60 años, con un 21,5%, se posicionan como unos de los visitantes que más demandan este tipo de turismo.
Los dos factores claves a la hora de elegir sus destinos son las visitas a bodegas (48%) y la gastronomía (44,9%), seguidos de la cultura y patrimonio vitivinícola de la zona, con un 31,8%. Este turista viaja, por tanto, motivado por el interés en las bodegas pero le otorga una gran importancia a conocer la gastronomía local, alcanzando un alto grado de satisfacción en las visitas que planifica, en las que cada vez gana más peso internet, aunque condicionado en un alto grado por recomendaciones de familiares o amigos cercanos. El 25,4% de las reservas se hacen desde la red y las recomendaciones de los allegados suponen el 51% de estas.
A pesar de que la demanda enoturística en España sigue siendo mayoritariamente nacional, el informe refleja un crecimiento del turista internacional, principalmente alemanes y británicos. En cuanto a los nacionales, aumenta el mercado catalán, con un 24,55% del total, seguido de la Comunidad Valenciana, con un 15,88% y de Andalucía y Castilla y León.
Suele desplazarse en vehículo propio y pasar un promedio de 2,1 días en el destino, apostando por hoteles de cuatro y tres estrellas y solo en un 8,47% de los casos se queda en un alojamiento de tipo rural. El gasto medio diario, de unos 85 euros (un descenso de casi un 20% desde 2010), está destinado en su mayoría al alojamiento y la restauración.
4 claves para comprender la demanda
- Aunque la demanda enoturística en España sigue siendo mayoritariamente nacional, el nivel de gasto mostrado por los visitantes extranjeros muestra la conveniencia de apostar más por la promoción y comercialización de la oferta enoturística española de cara a los mercados internacionales.
- El turismo del vino es una actividad practicada por todas las generaciones, de interés para diferentes perfiles profesionales, orígenes geográficos o sexos y se observa un creciente aumento de las reservas realizadas a través de internet, ya sea vía web por correo electrónico y/o a través de las redes sociales.
- El enoturista se desplaza motivado por el vino como elemento principal, pero no únicamente. Una de las actividades que más consumen son las relacionadas con la gastronomía del destino, queriendo encontrar esos lugares únicos en los que probar productos autóctonos, locales, de elaboración artesanal y a poder ser ecológicos.
- Es muy importante tener presente la fidelización de clientes, que sigue siendo uno de las características más destacadas del perfil del enoturista. Al tratarse en muchas ocasiones de visitas de proximidad, las escapadas enoturísticas pueden repetirse en diferentes momentos del año o con grupos diferentes.